Conocimiento + Esfuerzo = Logros

Conocimiento + Esfuerzo = Logros
Determinación

domingo, 5 de octubre de 2014

Tema 4: El síndrome general de adaptación y el proceso de supercompensación

El síndrome general de adaptación y el proceso de supercompensación
El síndrome general de adaptación (Seyle, 1936) y los procesos de súper compensación constituyen las claves del entrenamiento deportivo. Los programas de entrenamiento de los deportistas se conforman sobre los principios y las condiciones de estos procesos biológicos sin cuyo concurso hubiera sido impensable alcanzar los niveles obtenidos en la preparación condicional de los deportistas.  Seyle definió el síndrome general de adaptación como “la respuesta adaptativa e inespecífica del organismo ante cualquier estímulo a causa que pueda poner en peligro el equilibrio biológico”. Además, planteó que dicho proceso de adaptación “se lleva a cabo a lo largo de tres fases que caracterizaban y describían las reacciones que se producían en el organismo como producto de los estímulos propios de determinados tipos de enfermedad”:
·         1ra. Fase.-  Estado de alarma ante la existencia de un estímulo que altera el estado homeostático.
·         2da. Fase.- Reacción o resistencia a través de la cual el organismo inicia el proceso de adaptación a las características que ofrece el estímulo.
·         3ra. Fase.- Resultado final de la respuesta en función de la intensidad del estímulo empleado, que determina si existe adaptación o si por el contrario, se llega al agotamiento ante la imposibilidad de conseguirla.

Esquema del proceso básico de supercompensación.
En la figura anterior se puede observar la forma en la que se produce el fenómeno de la súper compensación y que no es la consecuencia directa de los efectos producidos por el entrenamiento dentro de los niveles de intensidad adecuados a cada caso para propiciar que los mecanismos de adaptación entren en acción. Cuando un estímulo rompe el equilibrio del organismo, se inicia un proceso de restauración biológica dirigido por el propio organismo que, en función de las características de dicho estimulo, es capaz de situarlo en un nivel superior de rendimiento, todo lo cual se conoce como síndrome general de adaptación.
En todo caso, el entrenamiento deportivo no solo se explica a través del fenómeno de la supercompensación, sino también a través de un proceso más amplio del que forman parte la fatiga, la recuperación y la súper compensación. Para poder mejorar el rendimiento se requiere un conocimiento exhaustivo de la forma en la que se producen las “curvas de fatiga” y también las condiciones del principio de la súper compensación. Para esfuerzos de resistencia, J. Fric plantea las siguientes alternativas para trabajar en la curva de fatiga:
·         Si se entrena en la fase en la que terminan los efectos de la súper compensación, el rendimiento físico se mantiene al mismo nivel o disminuye poco a poco. Esta forma es útil en los períodos de transición.
·         Si se entrena en la fase cumbre de la supercompensación, se produce en aumento progresivo del rendimiento. Esta forma se aconseja para el trabajo con principiantes y jóvenes o cuando aparecen problemas motores.
·         Para introducir otro entrenamiento duro en la fase de fatiga, antes de la recuperación, es necesario es necesario que sea por poco tiempo y que el deportista este bien entrenado. Además, posteriormente hay que introducir y cumplir los ciclos de recuperación que se requieran para caso. De esta manera, se pueden conseguir mejoras grandes del rendimiento.
La cuestión fundamental estriba en conocer con exactitud cuándo se esta produciendo el proceso de la supercompensación. De lo contrario, la aplicación de las cargas de entrenamiento siempre se realiza con altas dosis de subjetividad basadas en las intuiciones del entrenador o en observaciones subjetivas sobre determinados síntomas externos de fatiga. En todo caso, el conocimiento exacto de este factor tan decisivo solo es posible a través de evaluaciones o pruebas de laboratorio que no suelen estar al alcance de todos por el alto costo que implican. De esta manera, se podrían conocer los niveles de determinados indicadores tales como el fosfágeno, glucógeno, nitrógeno proteico, etc. Con la intención de facilitar al entrenador la posibilidad de obtener, de una forma sencillo, información acerca de los niveles de algunos de estos indicadores, L. Hudilk realizó un estudio de seguimiento basado en criterios de evaluación subjetiva al alcance de los entrenadores de acuerdo con un sistema de evaluación que seguía una escala de 3ª+3, a lo que añadió una evaluación empírica de la eficiencia obtenida en las sesiones anteriores. Todo ello, lo comparo con los planteamientos teóricos y obtuvo las siguientes conclusiones:
·         Los comienzos de la supercompensación se daban: con el farlek (después de 13 horas); con la velocidad en sesiones de 10x200m (después de 19 horas); con cuestas cortas de hasta 200m (después de 16 horas); con carreras cortas de hasta 3.000m (después de 24-30 horas); con carreras en el umbral anaerobio (40-44horas), aunque en este caso se daba una correlación/respuesta baja entre sus evaluaciones subjetivas y las presunciones teóricas.
·         El comienzo de la supercompensación en el caso de otros trabajos duros estaba en el límite marginal de las presunciones teóricas (48 horas con carreras de intervalos cortas de hasta 500m; 50 horas con carreras de intervalos largas de hasta 2.000m; y 48-50 horas con carreras largas superiores a 15 km.).
·         Los resultados obtenidos aconsejaban estudiar el problema durante mayor espacio de tiempo y con un número superior de deportistas. En todo caso, mediante los sistemas de evaluación subjetiva se pudo observar que el comienzo de la supercompensación ocurría más tarde de lo que indicaban las presunciones teóricas.
·         En los jóvenes se plantea que estos necesitan más tiempo para tener una recuperación suficiente y que el comienzo de la supercompensación ocurre más tarde en estas categorías.
Referencias
Lamb, D. (1989). Fisiología del ejercicio.  España: Pila Teleña.
Morehouse, E. & Millar, T. (1970).  Fisiología del ejercicio.  Argentina: Ateneo.

Seyle, H. (1952). El síndrome de adaptación. Canada: Inc. Med.

No hay comentarios:

Publicar un comentario