Aplicación de las cargas de
entrenamiento
El proceso
de entrenamiento aglutina una serie de tareas o cometidos cuyo objetivo
principal está centrado en la preparación del deportista para conseguir
resultados en competición. Este proceso, complejo y diverso en función de la
modalidad deportiva practicada, depende de la forma en que se utilizan las
cargas de entrenamiento como parte de un plan de acción sistemático y
organizado a medio o largo plazo.
Las
cargas de entrenamiento son elementos principales del proceso de entrenamiento
cuyo efecto principal es DESENCADENAR
la puesta en marcha de los mecanismos de adaptación. Las cargas de entrenamiento encarnan “los
estímulos” iniciales de la adaptación y, como tales, deben estar en
concordancia con las características específicas que caracterizan a cada una de
las disciplinas deportivas.
Como
norma general, en la fase de aplicación de las cargas de entrenamiento hay que
establecer los niveles mínimos a partir de los cuales los estímulos pueden ser
efectivos. En esta línea sabemos que los
estímulos bajos no producen adaptación por defecto; que los estímulos
medios-altos producen adaptación, y que los estímulos excesivamente altos
producen adaptación por exceso. Por otro lado, las características propias de
cada deporte, especialmente las que hacen referencia a su campo propio de
aplicación, determinan la forma en la que deben aplicarse las cargas de
entrenamiento. En las siguientes figuras
se presentan dos esquemas diferenciados de la organización de la carga para los
deportes de fuerza rápida y los deportes con movimientos cíclicos, respectivamente.
Esquema
en la organización de la carga de entrenamiento en deportes de fuerza rápida y
en deportes de técnica difícil. Fe:
fuerza explosiva; T: técnica; Pgc: preparación general condicional (Adaptado de
Yuri Verjoshanski, 1991)
En esta
figura encontramos un ejemplo representativo de los deportes técnicos de fuerza
explosiva y su esquema para la división de la carga concentrada de fuerza (zona
sombreada) y del trabajo sobre el perfeccionamiento de la técnica (línea
discontinua). Se trata de observar un ejemplo en el que se presta una atención
preferencial, a uno u otro, en función de la fase de preparación que nos ocupe.
El trabajo dirigido a perfeccionar la técnica especialmente en las disciplinas
de fuerza rápida cuyo componente técnico es elevado, constituye una parte
decisiva del entrenamiento. En la actualidad, la tendencia más generalizada
para la preparación técnica está ligada a la ejecución de los ejercicios de
competición con elevados niveles de fuerza en condiciones cercanas a las que se
presentan en la competición. Solo de esta manera es posible formar una
estructura biodinámica racional del sistema de movimiento.
Esquema de la organización
de la carga en los deportes de movimientos cíclicos. Ca 0 Capacidad aeróbica; Vel 0 velocidad; J =
Fuerza explosiva; Agul. = Capacidad de procesos anaeróbico – glucolíticos
(Adaptado de Yuri Verjoshanski, 1991)
Por otro
lado, en esta figura contiene el esquema general de una posible estructuración
del entrenamiento dirigido al desarrollo de la velocidad de movimientos de
carácter cíclico que, a diferencia de las disciplinas de fuerza rápida
anteriormente aludidas, muestra la existencia de una delimitación más marcada
de la carga concentrada de fuerza (zona sombreada), así como de las cargas
utilizadas para mejorar la velocidad (línea discontinua). Como se puede
observar, en la fase de concentración de las cargas de fuerza está totalmente
excluido el trabajo de velocidad. En uno u otro caso, la clave que dirige la
aplicación de las cargas de entrenamiento en la sucesión e interconexión de
estas de acuerdo con criterios de temporalidad ajustados a las necesidades de
planificación a corto, medio y largo plazo. El concepto de interconexión quiere
poner de manifiesto la necesidad de una continuidad lógica en la utilización de
las cargas de manera que se produzcan las condiciones que aseguren las bases
funcionales favorables para el incremento de los estímulos de entrenamiento en
secuencias sucesivas de aplicación. Por su parte, el concepto de sucesión se
debe interpretar como un paso fluido en la utilización preferente de ciertas
cargas y no como una delimitación brusca cronológica entre diferentes cargas
(Verjoshanski, 1977).
De esta
manera llegamos al proceso de aplicación de las cargas dentro de la estructura
general de la organización estratégica del entrenamiento basada en un esquema
de sucesión ínter conexa de aquellas en períodos prolongados de la preparación
del deportista y que se ordenan en función de tres elementos básicos (figura
siguiente)
Formas de organización de
las cargas de entrenamiento en una etapa de preparación (Verjoshanski, 1990).
·
El
volumen de la carga como factor cuantitativo.
·
La
intensidad de la carga como factor cualitativo.
·
La
recuperación entre cargas como factor regulador.
Precisamente,
la figura siguiente presenta lo que sería un esquema general de organización
basado en la sucesión de cargas de diferente orientación funcional que está
dirigido al desarrollo de la velocidad y resistencia y que acaba produciendo un
progresivo aumento del potencial de entrenamiento (PA).
Organización de sucesivas
interconexiones de cargas de diferente orientación funcional (Pa 0 potencial de
entrenamiento, Verjoshanski, 1991
Referencias
Campos, J. & Ramón V. (2001). Teoría
y planificación del entrenamiento deportivo. Barcelona, España: Paidotribo.
Verjoshanski, L. (1991). Análisis de los parámetros de condición
física, fisiológicos y cinemáticas. España:
UNISPORT.
Verjoshanski, L. (1990). Entrenamiento
deportivo. España: Roca.
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