Los
efectos de la aplicación de las cargas de entrenamiento – 1ª parte
Cuando se habla
de efecto de entrenamiento se hace referencia a los cambios que se dan en el
organismo como resultado de la aplicación de cargas en las sesiones de
entrenamiento. En todo caso, los efectos de entrenamiento son diferentes, en
función de entre otras causas, el nivel del deportista y su capacidad física
para soportar determinado nivel de estrés, de las características de la carga
empleada y del tiempo transcurrido entre ellas. Además, hay que tener en cuenta
que los efectos de entrenamiento no se evalúan solo a partir de la aplicación
de cargas individualizadas en instantes concretos, sino también a partir de la
suma de cargas ordenadas de acuerdo con un plan sistemático a medio o largo
plazo. Por tanto, no se puede hablar de los efectos de entrenamiento sin hacer
referencia a la fatiga y a los períodos de reposo necesarios para reequilibrar
el sistema orgánico.
La fatiga
suele definirse a partir de la descripción de los síntomas que la caracterizan
y su aparición conlleva siempre un descenso del rendimiento deportivo.
Vollestad y Sejersted (1988) la definen como la disminución de la capacidad para generar fuerza. Por tanto,
representa la consecuencia inmediata o progresiva de la aplicación de cargas de
entrenamiento y en el ámbito del rendimiento deportivo se observa como un
fenómeno buscado por que sin su concurso no se pueden producir los mecanismos
de adaptación necesarios para elevar el nivel funcional del deportista. Es, por
tanto un estado del organismo pasajero y, en consecuencia, reversible sobre el
que se construye el progreso del rendimiento. En todo caso, la fatiga es
diferente en función de su localización. Podemos hablar de fatiga central
cuando está determina por el sistema nervioso central, cuyos efectos son
visibles por la alteración de las capacidades de coordinación, y también
podemos hablar de fatiga periférica, cuya aparición es aparente a través del
estado muscular local por la pérdida de determinadas constantes intracelulares.
La tabla 1
muestra los diferentes síntomas que pueden ayudar a distinguir el grado de
fatiga alcanzado. Cuando los niveles de
fatiga superan los límites tolerables para que se produzcan los efectos
positivos del entrenamiento, se llega al sobrentrenamiento. Sus efectos son
observables en diversos ámbitos como son el somático el psíquico, y en los más
directos relacionados con el descenso del nivel de rendimiento.
|
Fatiga
ligera Carga débil
|
Fatiga
importante carga optima
|
Gran
fatiga nivel de carga limite
|
Fatiga
muy grande carga débil
|
Piel
|
Un poco roja
|
Muy roja
|
Muy roja o pálida
|
Muy pálida
|
Transpiración
|
Según la temperatura externa, débil a media
|
Importante de la cintura para arriba
|
Muy importante sobre todo en la superficie
del cuerpo
|
Transpiración nocturna
|
Ejecución
gestual
|
Buen control en función del nivel de
cualificación
|
Repetición de errores.
Falta de precisión.
Falta de seguridad
|
Coordinación fuertemente alterada, falta
permanente de precisión; errores numerosos
|
Alteraciones de la coordinación y debilidad
muscular persistente de 24 a 48 horas después
|
Concentración
|
Normal.
Modificaciones ejecutivas; sin nerviosismo;
atención constante
|
Inatención a las explicaciones; capacidad
de aprendizaje disminuida en el plano técnico y táctico
|
Concentración muy disminuida; nerviosismo;
tiempo de reacción muy largo
|
Falta de atención muy grande. Incapacidad
notoria para rectificar los movimientos. Trabajo mental difícil.
|
Estado
físico general
|
Sin oscilaciones.
Todas las fuerzas físicas pueden ser
ejecutadas.
|
Debilidad muscular.
Dificultades respiratorias y musculares
|
Piernas pesadas.
Dolores musculares y articulares. Vértigo, náuseas, ganas de vomitar
|
Dificultad para dormir. Insomnio: dolores
persistentes, fatiga muscular. Pérdida de capacidad física.
|
Motivación
|
Ganas persistentes. Deseo de continuar el
entrenamiento.
|
Actividad reducida. Deseo de pausas más
largas; desgana para proseguir el entrenamiento presente.
|
Deseo de descansar totalmente y dejar el
entrenamiento. Considerar el entrenamiento como un deber
|
Poco entusiasmo por reemprender el
entrenamiento al día siguiente. Rehuir y resistir a las solicitaciones del
entrenador.
|
Ambiente
|
Relajación, alegría, buen ambiente.
|
Ambiente un poco fuerte pero alegre cuando
los resultados corresponden al potencial. Se anima para el próximo
entrenamiento
|
Desplantes y rechazos.
Agresividad hacia el entrenador o el grupo
|
Mal humor e irritabilidad.
|
Tabla
1. Adaptado de Bompa (1988).
La causa de
que se llegue a esta situación límite puede encontrarse tanto en la utilización
de estímulos y niveles de estrés excesivamente altos, como en una reducción
exagerada de los periodos de recuperación. En estos casos, las consecuencias
son negativas y los síntomas más frecuentes son los siguientes:
·
Pérdida
de sueño.
·
Pérdida
de apetito.
·
Pérdida
excesiva de peso.
·
Dolores
digestivos.
·
Sudoración
excesiva.
·
Propensión
a las lesiones e infecciones.
·
Elevación
de la frecuencia cardiaca en reposo y durante el trabajo a nivel submáxima.
Cuando
aparezcan estos síntomas, conviene reorientar el plan de entrenamiento y tomar
las medidas necesarias para que el organismo vuelva a un estado de equilibrio a
partir del cual sea posible proyectar nuevos ciclos de preparación. Como medios
que pueden ser utilizados para propiciar este proceso de regeneración se
encuentran el descanso y una alimentación equilibrada, pero también medidas complementarios
tan importantes coma la hidroterapia, el masaje o la fisioterapia. Con todo, y
siguiendo las directrices de Verjoshanski, la aplicación de las cargas de
entrenamiento produce los siguientes efectos de entrenamiento:
Referencias
Bompa, T.
(1988). Physiological intensity values
employed to plan endurence training.
USA: New studies of athletics.
Cometti, G. (1988). La pliometria. España: STAPS.
Cometti, G.
(1989). Los métodos modernos de
musculación. Francia: Univ.
Bourgogne.
Verjoshanski, L. (1991). Análisis de los parámetros de condición
física, fisiológicos y cinemáticas. España:
UNISPORT.
Verjoshanski, L. (1990). Entrenamiento
deportivo. España: Roca.
No hay comentarios:
Publicar un comentario